PIEZA INTIMA
Por la parte que se escurre
el
tiempo
María ahoga la novela
de pintarle oscuras manchas
a su parte íntima.
Nadie sabe por qué sola
en el parque aguarda
con los ojos mirando
aparezcan, verdes colchones
en que subir y bajar, la
muerte.
Alguien pregunta:
¿Cuánto cuesta sentarse en su
banco?
Nada es falso cuando
talento
te regala golondrinas y
cangrejos.
Lee a Lezama, pero duerme
y la acusan de ser
lesbiana.
Por la parte que rodea el
río
María habla a los peces
sordos.
Cuando el pescador aparezca
volverá a pedirle que se
duerma
donde nadie discute y todos
piensan.
Por la parte ancha de los
potreros
un corcel corre sin dueño
María le llama suerte,
suerte.
Cuando venga la noche
y ponga frente a sus ojos
la enfermedad de su piel,
nadie
le sostendrá el cuerpo.
Será una masacre de
animales y
la ansiedad de ser libre.
donde perdí la pregunta,
me pongo a mirarle el
rostro a los ancianos desnudos, en el patio sucio
de un pedazo de ciudad sin
culpa.
Ahora casi estoy despierta,
pero pienso en mis hermanos,
causa justa para reconocer
cuanto les cuesta hacerse grandes.
Desde que traigo una
lagrima en el bolsillo roto de mi costado,
pregunto a los soldados de
la cosecha:
qué hago para recortarle
las garras al viejo cuervo que en mi ventana ríe.
Estoy de vuelta , bajo las
escaleras que traerán alambres de bronce
para cocer las tristezas.
No son solo exquisitas
tortugas que se agachan en el rio,
son duendes con zunzunes en
la nariz
que estornudan y no ríen,
cuando el mármol sordo
quiere que miren su antigua
forma.
Ya termino de ponerte signo
porque soplo el polvo
en mi mano izquierda, y te
hago recordar
quien pregunta, sino
organizo la entrevista.
Desde que pongo las piernas
cruzadas en la silla frente a ti,
tu cabeza verdinegra se
agacha para verle
las piedras grises al rio.
Viene un soldado con
una tabla de surfear,
le pide la bendición al
padre octogenario.
Un coche blanco
guarda una bomba,
pierde el pánico, y abre la puerta sin pedir permiso,
el torturador organiza
nuevas formas para
que las tortugas no vuelvan
al mismo sitio,
donde ahora los ancianos
recogen piedrecitas.
de querer dibujarle el
triunfo, al esqueleto donde no
pudiste plantar tu escudo.
Ahora entre mi espalda y el pecho la sangre inmensamente
fluye
queriendo tenerte cerca. Qué vana posibilidad me das.
Allá donde estás las olas del mar te dirán por última vez
quien soy .
Te llamare con el susto temblando en tus ojos
porque ellos ausentes, solo miran la mitad de tu cuerpo:
capricho celoso que ha guardado el crimen de haberme
hecho
tu novia silenciosa .
Ya estoy besando el pañuelo, el último pañuelo que cada
noche
duerme conmigo, y despierto y miro que nada puedo
celebrar.
Como es posible retrato de hombre, que no me veas en tu
pensamiento.
Si ella fue cruel por no quererte, algún hilillo de fe
amorosa
debe estar germinando aun.
Por qué condenas mis nervios en mariposados dispuestos
a beberse el amargo celo que en tu piel quedó.
Te pido a voces no vuelvas ciego
y de perfil esperes la próxima lluvia, ella te anunciará
mi cuerpo desnudo en el aire .Si logras verlo
vendrás a mí.
Si pierdes el equilibrio, de espaldas en el fango caerás
y la lluvia podrá limpiarte , mas no ser
mi reloj.
COMPAS DEL EQUILIBRISTA
Otra vez has caído en esa brusca lamentación
de buscarle música a todo inmortal descuido.
Cuando de noche propongo pie para la creación
allá vives cada mañana, el triunfo perdido.
Quieres perderte cual si dispusieras la horca.
No eres más que actor de cotidiano monologo,
extraño rostro, disfraz que rechaza la parca.
Enciéndete tú infeliz mortal porque te abogo.
Si quieres morir, hazlo alejado de la fuente
no tortures más tu dicha total, contemplada,
no vengas a besarme cuando te creo ausente.
Pues si persigues vicios te aruña la muerte,
estas inflado en tus lágrimas, rocas gastadas.
Pero al final siempre hay espacio para la suerte.
CONTRAPUNTO
La imagen
es la realidad del mundo invisible.
José
Lezama Lima.
Alguna vez íbamos a las tierras
en surcos a buscar tesoros:
Pedazos de vidrios pertenecientes
a familias que vivieron allí.
Enterramos en el bosque
los juguetes muertos que
ya no hablaban a nuestros sueños.
La mirada de otros niños
reclamaban nuestros caballos de palo,
los bueyes de pomo viejos
cargados de cocuyos,
el aro con presilla chirriando
en el terraplén mudo
sin espanto de olores a combustible.
Alguna vez esperábamos alforjas
llenas de mangos y guayabas,
encontrar en el locero
panochas de cocos y chicharrones,
bañarnos en el río desnudos.
Subirnos a la mata de pomarrosa
y bombardearlas en el agua
como gotas amarillas relucientes
de metamorfosis.
De pronto la expresión no es imagen.
Vino entre los pies la cuerda
que arrastra el
tiempo
a robarnos, la
fiel compañía
del espacio oculto que cuelga
en el paisaje opaco de la razón.
Alguna vez fuimos descalzos
a pedirle perdón a nuestro perro
cuando ya no ladraba
al intruso en la puerta.
Poco a poco los
puntos simples
de la mirada son distancia.
No penetramos al sitio oculto
donde dormíamos sin temor
a escuchar lo atendido hoy, la noticia:
Desastre natural mueren mil.
Golpe de estado mueren cien, heridos treinta.
Explota coche bomba, sesenta vuelan, ocho hospitalizados.
Más soldados en reclutamiento.
Prueban armas nucleares con efecto.
Alguna vez reímos sin pensar.
Terminado el día dormíamos
sucios de tanto juego, buscando
en las soleras pedacitos de colores.
Vino la brisa decidida
a crecer
como respiración trueca
a quemarnos la sustancia, a recibirla
con palabra de conversación.
Alguna vez hubo posibilidad
De preguntarle al resto del mundo
Quien organizo el ataque
Para destruir las vasijas.
PROSECUCIONES EN EL AGUA
Para darte filos de agua
que limpien
los parpados que caen por el muro
donde parados, el hombre y el ave hacen memoria
tiro mi voz sobre la Tierra haciendo surcos
para unirlas a ti.
Te doy cofres llenos de palabras,
etapas de lucha, ideales, héroes impresos en billetes,
veintisiete años de prisión de Mandela,
misioneros, palmo solidario,
un partido de fútbol con sonrisa,
aguacates en verano.
Te doy un arroyuelo que desemboca
en los mares de América, como vértebra
escarbando para
limpiarle los ojos tristes
a los niños afganos.
Te doy mi patria
llena de tambores,
un lenguaje fresco para tu tierra seca,
dos colibríes zambullidos
en una flor de arándano.
Para darte filos de agua
que
limpien el mundo de escombros
hoy recojo lluvia, en el grial
oculto de mi montaña,
con esta visión íntima donde todos podemos
jugar con el comienzo.
Los filos de agua son como
un abrazo tierno de infancia,
si tu los deshechas, ya no podrás mirarte
con claridad.
Para darte filos de agua limpia
vuélvete humano otra vez,
porque las especies reclaman.
Cuando te aplastes
fabrica humeante
abriendo huecos en cada entraña.
vuélvete palma, flamboyanes
mangos, uvas, cafetales
y
vuélvete a todos
como antes, limpio progreso
sin quemarle el alma al canto.
VUELO 666.
Mi único carruaje es la imaginación, pero
no a secas: la mía tiene ojos de lince.
José Lezama Lima
.
Desde arriba veo, apilonadas las casas
en el silencio de la mañana.
Un pequeño pueblo donde los visitantes esperan
la orden para atacar. Estoy en Iraq
caigo en la esfera roja de un tanque,
delante están los inocentes
hace poco los
despertó el ruido
que según el hombre
es necesario para sembrar la paz.
Desde arriba veo el círculo ardiente
donde el permiso es hierro colado.
Estoy en tierra santa.
Nadie perdona la lluvia acida,
la exactitud que compra sin pagar
lo debido.
Estoy desde arriba absorbiendo
polvo y olores a tierra muerta
dejando atrás cabezas tapadas.
Estoy en Afganistán.
Estoy en el Medio Oriente
donde la luz poderosa del día
me revela continuos ataques
a los hijos de los hermanos
de una misma tribu.
Hay un receso y estoy
en la expresión del rostro.
Un soldado americano,
un israelí,
un periodista corriendo,
una pantalla TV.
Desde arriba veo el mundo
por el ojo traslúcido que se rompe.
ESCENARIO PARA EL MENDIGO
No puedo hacerte comprender
ni a ti ni a nadie lo que pasa en mi interior….
Franz Kafka.
Camino en la ciudad de mis antepasados.
Un grito me saluda cuando salgo
y no puedo llegar mas allá de ella.
No hay escenario para el pobre
fuera de sus calles .
Regreso, me siento en el parque
a mirarle los cristales oscuros
a los autos que me niegan la figura.
Trago de la espuma su lejanía.
Camino en una ciudad perdida y
aunque a primera vista
es pequeña como un grano de café
se ocultan en sus montes
Rebeldes y manantiales,
casitas de guano cana, duendes en los Jovos
carrozas de aves, perros jíbaros,
cruces de héroes asesinados por los alzados.
Estoy en una ciudad sin nombre
donde todos caminan y nadie
cerca su propiedad.
Ciudad de interior perdido
escrita en la línea izquierda de mi mano.
REMOLINO EN TU GARGANTA
Cuando pensé estar junto al río
besándote mas allá de tu garganta
vuelve la infeliz sombra del miedo
a cortarme el camino.
Te miro del otro lado de la calle
donde las mascaras están
pintadas con colores suaves.
Nadie ve que te busco
para absorberte el silencio
y desates mi soledad con el roce
inmortal del beso.
Me llega a los ojos la visita
de una cruel lagrima que pregunta:
¿Dónde están tus manos?
¿Dónde esta la fiel dulzura
que traga mi respiración y eleva
mi boca al cielo
para que lluevan
retoños de palabras rosadas?
Ahora regreso a casa
con el golpe mudo en la mejilla
callada y vigilante con el dedo matando la espera
preguntándole a la noche
donde duermes cuando
estás lucido.
RAROS DE SOMBRA
Los sueños de la razón producen monstruos
Goya
Golpea el salario transparente en mi bolsillo.
Tiro la cabeza en la silla
y salen murciélagos que pican
con el sonido
atroz de sus gargantas
las puntas negras de mi cabello.
Caminan las piernas en el fango
y la derecha mano, recoge piedras
para tirárselas al intruso que pica la hierba.
Golpea tu mano en mi rastro, rastro de figura
colgada, de los hilos que algunas veces
dejaste atrás.
Te hablo cuando pretendes estar solo, y cuelgo
de la pared los ojos tristes que conversaban en los
túneles.
Golpea el ruido en la cabeza ausente, mi cabeza que casi
cae
por no encontrarle
a la mesa muerta, las palabras que se pierden,
y despierto y caigo y vuelo, y estoy
golpeando la parte de atrás de un espejo, y cae
como si sonaran trompetas al final del pasillo.
Golpea mi mano el lápiz, y duerme.
BAJO TUS ALAS
Cuando me escondo bajo tus alas
a salvo están mis manos.
Miles de siervos se escurren en mi cabeza
como lluvia sobre el agua.
No es frío, todo se muestra con un control sagrado
donde el ruido y el desastre están abiertos más allá
de este espacio. No entran, no descomponen el rostro
ahora no alegre, pero quieto
cual sosiego de
niño en el sueño.
Cuando frente a tus pies miro, la llaga cruel hecha
por el infeliz mortal,
susurro una canción eterna que ampara la salida.
Cuando me despido, regreso
y encuentro la calma
hecha una frase eterna, sin cantos dislocados
ni tambores nocturnos, ni lámparas apagadas.
Cuando me escondo bajo tus alas
conservo, la palabra fresca para volver hablarte.
……………………….
But
my dreams they aren’t as empty as my conscience seems to be.
The Who.
Las manos en los ojos
trabajan desde adentro.
Solos, solos y
escondidos
donde vengativos pasan horas como mayordomos
al servicio del recuerdo, pero no pueden silbarle
a tu libertad.
Nadie sabe pasadas las horas como se convierten
en animales hambrientos
de cosas que no conocen
y vivo el ardor. Ejercitan la convencida falta
del toque diario que sirvió
para mantenerse tibios
sin morderle la mentira
al marques del frío.
Los culpo por andar sueltos
vistiendo la intranquilizada corbata
de la tristeza.
Detrás del banco, la conciencia copia
laberintos.
En el fondo los martillos suenan y nadie los escucha
pero mis sueños : posibles huecos en la tierra
observan el parpadeo
que parecen limpiarle la culpa a lo que se estremece.
Y es posible volver atrás, aunque
su enojo llene el músculo de peces.
En las lágrimas
está lo impredecible.
Tu me ves cuando rio
tráeme júbilo aunque no entiendas
lo que parece estar ciego.
Hoy tu
vuelas hacia las nubes
donde no hay camino difícil.
Aquí las luces están apagadas,
casi puedo verte
manejando la sonrisa eterna del paraíso
pasaran los días en los que no existo
porque los ruidos aquí
se han colado n mi garganta.
Un vuelo hacia las nubes
y las tortugas de tu espalda caerán.
.
Shout it, shout it,
shout it out loud
Everybody shout it now.
KISS.
Las luces quieren romper la noche,
todos de pie suben
a tocarle el cuello a las nubes.
Comenzó el discurso del ruido
y no se encuentra, nadie con su sombra.
Solo las cuerdas atan la figura
que no deja de estirarle los brazos a los fanáticos.
Nadie quiere sentarse a pensar en el presente,
llaman a sus amigos porque el tiempo corre
y no habrá tanto que entender.
Solo despiértate tú que pierdes las apuestas.
Voces en la fiesta gritan: bajen los tambores
para sonarlos con fuerza, saca hacia afuera la rabia,
tiende en la alfombra todas tus penas,
camarada de risa alta, y piensa en tu odio cuando
cuentas y cuentas los pasos del acorde.
Levántense vecinos enfermos y reclamen
sus voces todas.
El momento nunca termina
solo comiencen a bailar con la garganta.
CORTOMETRAJE PARA SENEL
Cuando la infancia corre descalza
y la espera un rey en el jardín
Ya Lucy se ha hecho grande.
Dibujas tu pensar
en la entrevista de un principiante
y colocas magia en el lente, y vuelves
al lugar de origen
haciendo cine en la carretera,
carretera llena de cortes
verde azules y con pájaros en los postes
de electricidad.
Tan pequeño es el verso
para mirarte
detrás de las cortinas, porque con ellos los lazos
se unen en un cuento hecho risa, por la pluma
que el viento impulsa, y sube y cae
del otro lado del mundo.
Cuando te vi detrás del cristal
apenas pude hablarte
pero, cuando rocé tu letra nueva
pude tocarle a tu rostro lo que guardaba.
HOY NADIE
SABE DE MI
Hoy nadie
sabe de mí
ni mis
hermanos, ni mis padres
ni tú ni
yo.
Alguien
pregunta
si el
cocinero comió,
nadie sabe
de él
nadie lo
vio.
El
jardinero se fue de viaje,
el perro
renuncia,
a ladrar
en alta voz.
La clave
de la luz
nadie la
sabe
ni tú ni
yo.
Quien es
el extraño
que alguna
vez
quiso
pintarle risas a mi voz.
Nadie lo
sabe ni tú ni yo.
SURPERSTICION
Soy la
muerte,
Por las
calles, la mañana lejos no despierta
Y cuento
con los dedos las horas que faltan
Para
escuchar el toque en la puerta.
Soy tu
enemiga
Y desperté
mucho antes de
Pensar en
la posibilidad, de volverme atrás.
Soy la
dama de negro que,
cruza por
la puerta
y trata de
atrapar los nombres falsos.
Soy tu
ciudad después de las doce de la noche
y no
encuentro el camino.
Soy la
pesadilla que se reconoce cuando
descalza
quiere ser alguien.
Principio,
uno,
fin, sin
ellos flores en el viento.
De números
.Algunas veces besas los pies de Cristo
Ah, todo
libre eres, pero no atraviesas la frontera.
Ahora
miras y dejas atrás
la
suspensión del loco Narciso,
principio
y fin,
permisible
con metáforas.
Ah, casi
toco tu rostro en el agua
pero desaparezco
sin llegar a ella.
Se del hombre que perdió el cordón de su
zapato izquierdo.
Se de un gran hombre que aun sueña con escalar
el monte,
persigue
pájaros de colores y recoge semillas de palma.
Se de
aquel que presume tener una mujer sentada en cada rodilla,
y de otro
marchando cada día regreso a su casa
con las
manos llenas de flores, bendiciendo a quien espera
firme tras
la puerta.
Se de
cuerpos que andan buscando cuerpos de hombres
y
tropiezan con la sombra disputándole la figura.
Se de
ciudades pobladas de hombres cazándose por diversión.
Se de la
firmeza masculina cuando el sudor, ennoblece a cada paso el rostro.
Se de una
tierra de hombres donde todos hablan al cielo.
Se del
violador maldito que busca como tiburón su presa.
Se del
hombre que perdona a todos los demás hombres.
BORRON Y
CUENTA NUEVA.
El mar
lleva balseros a países desconocidos,
la prensa
me lo dice y caigo
en la cárcel
de Guantánamo.
Los llevan
a Belice, Perú, Tapachula
A Gran Caimán.
Están ahí,
y solo la noticia se hace eco.
El mar se
lleva hombres, mujeres, una ola
de sangre
humana que no regresa ,
que da
voces y no se escucha.
El mar
aguarda en silencio.
Algunos
llegan pero, no vuelven el rostro
y el
reclamo mudo está en el aire
como sonda
rota por el pico del capricho.
Se vuelven
los días años
y el
hermético castigo es ya costumbre.
El mar
esta ahí, los balseros persisten
pero el
reclamo no ayuda.
El mar no
es el culpable
ni
aquellos sin grito, porque gritan y gritan
un nuevo
regreso,
porque un
anillo espera,
una
palabra tierna reza
y un niño
es diez veces toda esta fuerza.
No es solo
el mar culpable por los desaparecidos
mas,
escalas y escalas y no encuentras
donde
fueron al menos enterrados .
El mar
lleva balseros a la orilla
y tú que
los encuentras ,donde los guardas.
Las
mascaras del hombre
están
detrás de la puerta.
Hoy
tomó prestada una que lo hace viejo,
ayer se
puso una con el rostro triste,
mañana
seguro tomará aquella
que rompe
la amargura.
El hombre
de estilo propio dice no usarlas
pero
cuando despierta
las ha
dejado entre las sabanas
y ahora está
sentado
frente a
un libro
donde seguro
una a una
han pasado
por sus personajes .
El hombre
pintado en la pared
estaba
hablando, y con su estilo y sus mascaras
hoy es sólo
uno con el rostro triste.
DETRÁS DE LA PARED
La cárcel del poeta
Tiene las paredes acribilladas
José Rivas
Dentro de
estas paredes numerosas
cuando el
lamento del primer cuarto llama
todos un
coro hacemos.
Los pájaros
penetran por las ventanas y
y quedan
presos en el sonido triste
del poeta
insomne .
Hemos hecho
un surco en el pasillo
por donde
ahora se arrastran
los pies
cansados.
Alguien
llama a la puerta de la enfermera
un día y
otro, cose con aguja de cristal
la piel
que apenas resiste detrás de las paredes.
Y viven
los vivos como cruce de trenes
como si
fueran a mudarse
todos a
otra parte
aunque al
día siguiente los despierte
el rayo
minucioso del consejo por la ventana.
ALICIA
ESTA EN LA ESQUINA
Alicia
está parada en la esquina
con
vestido rojo.
Danza
dentro del brillo disfrazado de las calles
y replica:
paren ya.
Estoy
desnuda haciendo señales a mi ángel,
dejen de
ponerle precio a mi vestido.
¿Por qué
discuto con el muerto?
¿Dónde
guardo mi forma?
Estoy
despegando la noche de mi espalda.
Hablo con
la muerte, y todo gris
hace que
aparezcan ventanas
detrás de
mi espalda.
Miro y
están las putas de mi ciudad
haciéndome
señas para pedirme
un verso
de agua dulce.
Tan amargo
es estar cambiando
sin
ponerle freno a la miseria.
Despierto
y la danza fantasmal de la muerte
vuelve y
clava secretos del pasado en el cuerpo ,
hablo con
las adolescentes sin dinero
y cada una
recoge los locos sueltos del pueblo.
Nadie
olvida poner las manos en los oídos.
CON LAS
TORTUGAS EN LA ESPALDA
Hoy
tu vuelas hacia las nubes
donde no
hay camino difícil.
Aquí las
luces están apagadas, pero
casi puedo
verte
manejando
la sonrisa eterna del paraíso.
Pasaran
los días en los que no existo
porque los ruidos aquí
se han
colado en mi garganta.
Un vuelo
hacia las nubes
y las
tortugas de tu espalda caerán.
Principio.
Uno,
fin, sin
ellos flores en el viento.
De
números. Alguna vez besas los pies de Cristo
Ah, todo
libre eres, pero no atraviesas la frontera.
Ahora
miras y dejas atrás
la
suspensión del loco Narciso,
principio
y fin,
permisible
con metáforas.
Ah, casi
toco tu rostro en el agua
pero
desaparezco sin llegar a ella.
RECLAMO AL
PENSAMIENTO
Estás del
otro lado
y apenas
puedo tocarle la magia
a tus
dedos.
Con la
mirada en el cristal
pregunto
por tu rostro
y reclamo
a la memoria
llevar a
casa cada palabra.
Estás y
veo un eslabón enorme
entre mi
pie y el tuyo,
y respiro
hasta ahogarme
en el
silencio, cuando despierto
cerca de
las paredes
que me
separan de ti.
Estás
guiando la expresión
de mi
rostro,
y ahora
sonrío y vuelo,
y recorto
pedazos de papel
con la
responsabilidad
de no
perderlos.
Estás y
estoy con la medida exacta
Volando
sobre tu cuerpo.
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