Cuando despierten las tortugas


 


                                                               Anabel Vera Suárez.
 A mi padre: ángel que me despierta cada mañana y me hace recordar que las tortugas volverán a crecer cuando pasen por las nubes los buenos hombres que van dejando un surco azul en la arena.

  
    
  PIEZA INTIMA
Por la parte que se escurre el
tiempo
María ahoga la  novela
de pintarle oscuras manchas
a su parte íntima.
Nadie sabe por qué sola
en el parque aguarda
con los ojos mirando
aparezcan, verdes colchones
en que subir y bajar, la
muerte.
Alguien pregunta:
¿Cuánto cuesta  sentarse en su
banco?
Nada es falso cuando talento
te regala golondrinas y cangrejos.
Lee a Lezama, pero duerme
y la acusan de ser
lesbiana.

Por la parte que rodea el
río
María habla a los peces sordos.
Cuando el pescador aparezca
volverá a pedirle que se duerma
donde nadie discute y todos
piensan.

Por la parte ancha de los potreros
un corcel corre sin dueño
María le llama suerte,
suerte.
Cuando venga la noche
y ponga frente a sus ojos
la enfermedad de su piel,
nadie
le sostendrá el cuerpo.
Será una masacre de animales y
la ansiedad de ser libre.

 CUANDO SE ESCONDEN  LAS TORTUGAS
 Desde que traigo en el costado, la costumbre de negar el sitio
donde perdí la pregunta,
me pongo a mirarle el rostro a los ancianos desnudos, en el patio sucio
de un pedazo de ciudad sin culpa.
Ahora casi estoy despierta, pero pienso en mis hermanos,
causa justa para reconocer cuanto les cuesta hacerse grandes.
Desde que traigo una lagrima en el bolsillo roto de mi costado,
pregunto a los soldados de la cosecha:
qué hago para recortarle las garras al viejo cuervo que en mi ventana ríe.

Estoy de vuelta , bajo las escaleras que traerán alambres  de bronce
para cocer las tristezas.
No son solo exquisitas tortugas que se agachan en el rio,
son duendes con zunzunes en la nariz
que estornudan y no ríen, cuando el mármol sordo
quiere que miren su antigua forma.
Ya termino de ponerte signo porque soplo el polvo
en mi mano izquierda, y te hago recordar
quien pregunta, sino organizo la entrevista.

Desde que pongo las piernas cruzadas en la silla frente a ti,
tu cabeza verdinegra se agacha para verle
las piedras grises al rio.
Viene un soldado con una  tabla de surfear,
le pide la bendición al padre octogenario.
Un coche blanco guarda una bomba,
pierde el pánico,  y abre la puerta sin pedir permiso,
el torturador organiza nuevas formas para
que las tortugas no vuelvan al mismo sitio,
donde ahora los ancianos recogen piedrecitas.

 EXHORTACIÒN AL EQUILIBRISTA
 Otra vez has caído en la brusca lamentación
de querer dibujarle el  triunfo, al  esqueleto donde no pudiste plantar tu escudo.
Ahora entre mi espalda y el pecho la sangre inmensamente fluye
queriendo tenerte cerca. Qué vana posibilidad me das.
Allá donde estás las olas del mar te dirán por última vez
quien soy .
Te llamare con el susto temblando en tus ojos  
porque ellos ausentes, solo miran la mitad de tu cuerpo:
capricho celoso que ha guardado el crimen de haberme hecho
tu novia silenciosa .

Ya estoy besando el pañuelo, el último pañuelo que cada noche
duerme conmigo, y despierto y miro que nada puedo celebrar.
Como es posible retrato de hombre, que no me veas en tu pensamiento.
Si ella fue cruel por no quererte, algún hilillo de fe amorosa
debe estar germinando aun.
Por qué condenas mis nervios en mariposados dispuestos
a beberse el amargo celo que en tu piel quedó.
Te pido a voces no vuelvas ciego
y de perfil esperes la próxima lluvia,  ella te anunciará
mi cuerpo desnudo en el aire .Si logras verlo vendrás  a mí.
Si pierdes el equilibrio, de espaldas en el fango caerás
y la lluvia podrá limpiarte , mas no ser
mi reloj.


COMPAS DEL EQUILIBRISTA

Otra vez has caído en esa brusca lamentación
de buscarle música a todo inmortal descuido.
Cuando de noche propongo pie para la creación
allá vives cada mañana, el triunfo perdido.

Quieres perderte cual si dispusieras la horca.
No eres más que actor de cotidiano monologo,
extraño rostro, disfraz que rechaza  la parca.
Enciéndete tú infeliz mortal porque te abogo.

Si quieres morir, hazlo alejado de la fuente
no tortures más tu dicha total, contemplada,
no vengas a besarme cuando te creo ausente.

Pues si persigues vicios te aruña la muerte,
estas inflado en tus lágrimas, rocas gastadas.
Pero al final siempre hay espacio para la suerte.




CONTRAPUNTO
La imagen es la realidad del mundo invisible.
José Lezama Lima.
Alguna vez íbamos a las tierras
en surcos a buscar tesoros:
Pedazos de vidrios pertenecientes
a familias que vivieron allí.
Enterramos en el bosque
los juguetes muertos que
ya no hablaban a nuestros sueños.
La mirada de otros niños
reclamaban nuestros caballos de palo,
los bueyes de pomo viejos
cargados de cocuyos,
el aro con presilla chirriando
en el terraplén mudo
sin espanto de olores a combustible.

Alguna vez esperábamos alforjas
llenas de mangos y guayabas,
encontrar en el locero
panochas de cocos y chicharrones,
bañarnos en el río desnudos.
Subirnos a la mata de pomarrosa
y bombardearlas en el agua
como gotas amarillas relucientes
de metamorfosis.
De pronto la expresión no es imagen.
Vino entre los pies la cuerda                                                                                              
que  arrastra el tiempo
a  robarnos, la fiel compañía
del espacio oculto que cuelga
en el paisaje opaco de la razón.

Alguna vez fuimos descalzos
a pedirle perdón a nuestro perro
cuando ya no ladraba
al intruso en la puerta.
Poco a poco  los puntos simples
de la mirada son distancia.
No penetramos al sitio oculto
donde dormíamos sin temor
a escuchar lo atendido hoy, la noticia:
Desastre natural mueren mil.
Golpe de estado mueren cien, heridos treinta.
Explota coche bomba, sesenta vuelan, ocho hospitalizados.
Más soldados en reclutamiento.
Prueban armas nucleares con efecto.

Alguna vez reímos sin pensar.
Terminado el día dormíamos
sucios de tanto juego, buscando
en las soleras pedacitos de colores.
Vino la brisa decidida  a crecer
como respiración trueca
a quemarnos la sustancia, a recibirla
con palabra de conversación.

Alguna vez hubo posibilidad
De preguntarle al resto del mundo
Quien organizo el ataque
Para destruir las vasijas.



PROSECUCIONES EN EL AGUA

Para darte filos de agua  que limpien
los parpados que caen por el muro
donde parados, el hombre y el ave hacen memoria
tiro mi voz sobre la Tierra haciendo surcos
para unirlas a ti.

Te doy cofres llenos de palabras,
etapas de lucha, ideales, héroes impresos en billetes,
veintisiete años de prisión de Mandela,
misioneros, palmo solidario,
un partido de fútbol con sonrisa,
aguacates en verano.
Te doy un arroyuelo que desemboca
en los mares de América, como vértebra
escarbando  para limpiarle los ojos tristes
a los niños afganos.
Te doy mi patria  llena de tambores,
un lenguaje fresco para tu tierra seca,
dos colibríes zambullidos
en una flor de arándano.
Para darte filos de agua  que
limpien el mundo de escombros
hoy recojo lluvia, en el grial
oculto de mi montaña,
con esta visión íntima donde todos podemos
jugar con el comienzo.

Los filos de agua son como
un abrazo tierno de infancia,
si tu los deshechas, ya no podrás mirarte
con claridad.
Para darte filos de agua limpia
vuélvete humano otra vez,
porque las especies reclaman.

Cuando te aplastes  fabrica humeante
abriendo huecos en cada entraña.
vuélvete palma, flamboyanes
mangos, uvas, cafetales  y
vuélvete a todos
como antes, limpio progreso
sin quemarle el alma al canto.                                                                                    


VUELO 666.
Mi único carruaje es la imaginación,  pero
                                                                             no a secas: la mía tiene ojos de lince.
José    Lezama Lima .
Desde arriba veo, apilonadas las casas
en el silencio de la mañana.
Un pequeño pueblo donde los visitantes esperan
la orden para atacar. Estoy en Iraq
caigo en la esfera roja de un tanque,
delante están los inocentes
hace  poco los despertó el ruido
que según el hombre
es necesario para sembrar la paz.

Desde arriba veo el círculo ardiente
donde el permiso es hierro colado.
Estoy en tierra santa.
Nadie perdona la lluvia acida,
la exactitud que compra sin pagar
lo debido.



Estoy desde arriba absorbiendo
polvo y olores a tierra muerta
dejando atrás cabezas tapadas.
Estoy en Afganistán.
Estoy en el Medio Oriente
donde la luz poderosa del día
me revela continuos ataques
a los hijos de los hermanos
de una misma tribu.

Hay un receso y estoy
en la expresión del rostro.
Un soldado americano,
un israelí,
un periodista corriendo,
una pantalla TV.
Desde arriba veo el mundo
por el ojo traslúcido que se rompe.




ESCENARIO PARA EL MENDIGO   

No puedo hacerte comprender
ni a ti ni a nadie lo que pasa en mi interior….
Franz Kafka.
Camino en la ciudad de mis antepasados.
Un grito me saluda cuando salgo
y no puedo llegar mas allá de ella.
No hay escenario para el pobre
fuera de sus calles .

Regreso, me siento en el parque
a mirarle los cristales oscuros
a los autos que me niegan la figura.
Trago de la espuma su lejanía.
Camino en una ciudad perdida y
aunque a primera vista
es pequeña como un grano de café
se ocultan en sus montes
Rebeldes y manantiales,
casitas de guano cana, duendes en los Jovos
carrozas de aves, perros jíbaros,
cruces de héroes asesinados por los alzados.
Estoy en una ciudad sin nombre
donde todos caminan y nadie
cerca su propiedad.
Ciudad de interior perdido
escrita en la línea izquierda de mi mano.


  
REMOLINO EN TU GARGANTA

Cuando pensé estar junto al río
besándote mas allá de tu garganta
vuelve la infeliz sombra del miedo
a cortarme el camino.

Te miro del otro lado de la calle
donde las mascaras están
pintadas con colores suaves.
Nadie ve que te busco
para absorberte el silencio
y desates mi soledad con el roce
inmortal del beso.

Me llega a los ojos la visita
de una cruel lagrima que pregunta:
¿Dónde están tus manos?
¿Dónde esta la fiel dulzura
que traga mi respiración y eleva
mi boca al cielo  para que lluevan
retoños de palabras rosadas?


Ahora regreso a casa
con el golpe mudo en la mejilla
callada y vigilante con el dedo matando la espera
preguntándole a la noche
donde duermes cuando
estás lucido.


  
RAROS DE SOMBRA

Los sueños de la razón producen monstruos
Goya
Golpea el salario transparente en mi bolsillo.
Tiro la cabeza en la silla
y salen murciélagos que pican
con el  sonido atroz de sus gargantas
las puntas negras de mi cabello.
Caminan las piernas en el fango
y la derecha mano, recoge piedras
para tirárselas al intruso que pica la hierba.

Golpea tu mano en mi rastro, rastro de figura
colgada, de los hilos que algunas veces
dejaste atrás.
Te hablo cuando pretendes estar solo, y cuelgo
de la pared los ojos tristes que conversaban en los túneles.

Golpea el ruido en la cabeza ausente, mi cabeza que casi cae
por no  encontrarle a la mesa muerta, las palabras que se pierden,
y despierto y caigo y vuelo, y estoy
golpeando la parte de atrás de un espejo, y cae
como si sonaran trompetas al final del pasillo.
Golpea mi mano el lápiz, y duerme.



BAJO TUS ALAS

Cuando me escondo bajo tus alas
a salvo están mis manos.
Miles de siervos se escurren en mi cabeza
como lluvia sobre el agua.
No es frío, todo se muestra con un control sagrado
donde el ruido y el desastre están abiertos más allá
de este espacio. No entran, no descomponen el rostro
ahora no alegre, pero quieto
cual  sosiego de niño en el sueño.

Cuando frente a tus pies miro, la llaga cruel hecha
por el infeliz mortal,
susurro una canción eterna que ampara la salida.
Cuando me despido, regreso
y encuentro la calma
hecha una frase eterna, sin cantos dislocados
ni tambores nocturnos, ni lámparas apagadas.
Cuando me escondo bajo tus alas
conservo, la palabra fresca para volver hablarte.


……………………….
But my dreams they aren’t as empty as my conscience seems to be.
The Who.
Las manos en los ojos
trabajan desde adentro.
Solos, solos  y escondidos
donde vengativos pasan horas como mayordomos
al servicio del recuerdo, pero no pueden silbarle
a tu libertad.
Nadie sabe pasadas las horas como se convierten
en animales hambrientos
de cosas que no conocen
y vivo el ardor. Ejercitan la convencida falta
del toque diario que sirvió
para mantenerse tibios
sin morderle la mentira
al marques del frío.

Los culpo por andar sueltos
vistiendo la intranquilizada corbata
de la tristeza.
Detrás del banco, la conciencia copia
laberintos.
En el fondo los martillos suenan y nadie los escucha
pero mis sueños : posibles huecos en la tierra
observan el parpadeo
que parecen limpiarle la culpa  a lo que se estremece.

Y es posible volver atrás, aunque
su enojo llene el músculo de peces.
En las lágrimas  está lo impredecible.
Tu me ves cuando rio
tráeme júbilo aunque no entiendas
lo que parece estar ciego.


 CON LAS TORTUGAS EN LA ESPALDA

Hoy tu  vuelas  hacia las nubes
donde no hay camino difícil.
Aquí las luces están apagadas,
casi puedo verte
manejando la sonrisa eterna del paraíso
pasaran los días en los que no existo
 porque los ruidos aquí
se han colado n mi garganta.
Un vuelo hacia las nubes
y las tortugas de tu espalda  caerán.



.

 POR EL HUECO DE LA AGUJA ESCUCHO EL GRITO
                                                                    Shout it, shout it, shout it out loud
                                                                             Everybody shout it now.
KISS.
Las luces quieren romper la noche,
todos de pie suben  a tocarle el cuello a las nubes.
Comenzó el discurso del ruido
y no se encuentra, nadie con su sombra.
Solo las cuerdas atan la figura
que no deja de estirarle los brazos a los fanáticos.
Nadie quiere sentarse a pensar en el presente,
llaman a sus amigos porque el tiempo corre
y no habrá tanto que entender.
Solo despiértate tú que pierdes las apuestas.
Voces en la fiesta gritan: bajen los tambores
para sonarlos con fuerza, saca hacia afuera la rabia,
tiende en la alfombra todas tus penas,
camarada de risa alta, y piensa en tu odio cuando
cuentas y cuentas los pasos del acorde.
Levántense vecinos enfermos y reclamen
sus voces todas.
El momento nunca termina
solo comiencen a bailar con la garganta.

CORTOMETRAJE PARA SENEL

Cuando la infancia corre descalza
y la espera un rey en el jardín
Ya Lucy se ha hecho grande.
Dibujas tu pensar
en la entrevista de un principiante
y colocas magia en el lente, y vuelves
al lugar de origen
haciendo cine en la carretera,
      carretera llena de cortes
verde azules y con pájaros en los postes
de electricidad.
Tan pequeño es el verso  para mirarte
detrás de las cortinas, porque con ellos los lazos
se unen en un cuento hecho risa, por la pluma
que el viento impulsa, y sube y cae
del otro lado del mundo.
Cuando te vi detrás del cristal
apenas pude hablarte
pero, cuando rocé tu letra nueva
pude tocarle a tu rostro lo que guardaba.

HOY NADIE SABE DE MI

Hoy nadie sabe de mí
ni mis hermanos,  ni mis padres
ni tú ni yo.
Alguien pregunta
si el cocinero comió,
nadie sabe de él
nadie lo vio.
El jardinero se fue de viaje,
el perro renuncia,
a ladrar en alta voz.
La clave de la luz
nadie la sabe
ni tú ni yo.
Quien es el extraño 
que alguna vez
quiso pintarle  risas a mi voz.
Nadie lo sabe ni tú ni yo.



SURPERSTICION
Soy la muerte,
Por las calles, la mañana lejos no despierta
Y cuento con los dedos las horas que faltan
Para escuchar el toque en la puerta.

Soy tu enemiga
Y desperté mucho antes de
Pensar en la posibilidad, de volverme atrás.

Soy la dama de negro que,
cruza por la puerta
y trata de atrapar los nombres falsos.

Soy tu ciudad después de las doce de la noche
y no encuentro el camino.
Soy la pesadilla que se  reconoce cuando
descalza quiere ser alguien.


 NUMEROS EN CIELO
Principio, uno,
fin, sin ellos flores en el viento.
De números .Algunas veces besas los pies de Cristo
Ah, todo libre eres, pero no atraviesas la frontera.
Ahora miras y dejas atrás
la suspensión del loco Narciso,
principio y fin,
permisible con metáforas.
Ah, casi toco tu rostro en el agua
pero desaparezco sin llegar a ella.


 VISION DE HOMBRE
 Se del hombre que perdió el cordón de su zapato izquierdo.
 Se de un gran hombre que aun sueña con escalar el monte,
persigue pájaros de colores y recoge semillas de palma.
Se de aquel que presume tener una mujer sentada en cada rodilla,
y de otro marchando cada día  regreso a su casa
con las manos llenas de flores, bendiciendo a quien espera
firme tras la puerta.
Se de cuerpos que andan buscando cuerpos de hombres
y tropiezan con la sombra disputándole la figura.
Se de ciudades pobladas de hombres cazándose por diversión.
Se de la firmeza masculina cuando el sudor, ennoblece a cada paso el rostro.
Se de una tierra de hombres donde todos hablan al cielo.
Se del violador maldito que busca como tiburón su presa.
Se del hombre que perdona a todos los demás hombres.




BORRON Y CUENTA NUEVA.
 
El mar lleva balseros a países desconocidos,
la prensa me lo dice y caigo
en la cárcel de Guantánamo.
Los llevan a Belice, Perú, Tapachula
A Gran Caimán.
Están ahí, y solo la noticia se hace eco.
El mar se lleva hombres, mujeres, una ola
de sangre humana que no regresa ,
que da voces y no se escucha.

El mar aguarda en silencio.
Algunos llegan pero, no vuelven el rostro
y el reclamo mudo está en el aire
como sonda rota por el pico del capricho.
Se vuelven los días años
y el hermético castigo es ya costumbre.

El mar esta ahí, los balseros persisten
pero el reclamo no ayuda.
El mar no es el culpable
ni aquellos sin grito, porque gritan y gritan
un nuevo regreso,
porque un anillo espera,
una palabra tierna reza
y un niño es diez veces toda esta fuerza.

No es solo el mar culpable por los desaparecidos
mas, escalas y escalas y no encuentras
donde fueron al menos enterrados .
El mar lleva balseros a la orilla
y tú que los encuentras ,donde los guardas.


 UN HOMBRE  SIEMPRE ES OTRO HOMBRE

Las mascaras del hombre
están detrás de la puerta.
Hoy tomó  prestada una que lo hace viejo,
ayer se puso una con el rostro triste,
mañana seguro tomará aquella
que rompe la amargura.
El hombre de estilo propio dice no usarlas
pero cuando despierta
las ha dejado entre las sabanas
y ahora está sentado
frente a un libro
donde seguro una a una
han pasado por sus personajes .
El hombre pintado en la pared
estaba hablando, y con su estilo y sus mascaras
hoy es sólo uno con el rostro triste.





DETRÁS DE LA  PARED
                                                           La cárcel del poeta
                                                        Tiene las paredes acribilladas
                                                                                 José Rivas

Dentro de estas paredes numerosas
cuando el lamento del primer cuarto llama
todos un coro hacemos.
Los pájaros penetran por las ventanas y
y quedan presos en el sonido triste
del poeta insomne .

Hemos hecho un surco en el pasillo
por donde ahora se arrastran
los pies cansados.
Alguien llama a  la puerta de la enfermera
un día y otro,  cose con aguja de cristal
la piel que apenas resiste detrás de las paredes.
Y viven los vivos como cruce de trenes
como si fueran a mudarse
todos a otra parte
aunque al día siguiente los despierte
el rayo minucioso del consejo por la ventana.

ALICIA ESTA EN LA ESQUINA

Alicia está parada en la esquina
con vestido rojo.
Danza dentro del brillo disfrazado de las calles
y replica: paren ya.
Estoy desnuda haciendo señales  a mi ángel,
dejen de ponerle precio a mi vestido.
¿Por qué discuto con el muerto?
¿Dónde guardo mi forma?
Estoy despegando la noche de mi espalda.


 DESTAPANDO LOS OIDOS
Hablo con la muerte, y todo gris
hace que aparezcan ventanas
detrás de mi espalda.
Miro y están las putas de mi ciudad
haciéndome señas para pedirme
un verso de agua dulce.
Tan amargo es estar cambiando
sin ponerle freno a la miseria.
Despierto y la danza fantasmal de la muerte
vuelve y clava secretos del pasado en el cuerpo ,
hablo con las adolescentes sin dinero
y cada una recoge los locos sueltos del pueblo.
Nadie olvida poner las manos en los oídos.

  
CON LAS TORTUGAS EN LA ESPALDA

Hoy tu  vuelas  hacia las nubes
donde no hay camino difícil.
Aquí las luces están apagadas, pero
casi puedo verte
manejando la sonrisa eterna del paraíso.
Pasaran los días en los que no existo
porque los ruidos aquí
se han colado en mi garganta.
Un vuelo hacia las nubes
y las tortugas de tu espalda  caerán.


 NÚMEROS EN CIELO
Principio. Uno,
fin, sin ellos flores en el viento.
De números. Alguna vez besas los pies de Cristo
Ah, todo libre eres, pero no atraviesas la frontera.
Ahora miras y dejas atrás
la suspensión del loco Narciso,
principio y fin,
permisible con metáforas.
Ah, casi toco tu rostro en el agua
pero desaparezco sin llegar a ella.

  
RECLAMO AL PENSAMIENTO
Estás del otro lado
y apenas puedo tocarle la magia
a tus dedos.
Con la mirada en el cristal
pregunto por tu rostro
y reclamo a la memoria
llevar a casa cada palabra.
Estás y veo un eslabón enorme
entre mi pie y el tuyo,
y respiro hasta ahogarme
en el silencio, cuando despierto
cerca de las paredes
que me separan de ti.

Estás guiando la expresión
de mi rostro,
y ahora sonrío y vuelo,
y recorto pedazos de papel
con la responsabilidad
de no perderlos.
Estás y estoy con la medida exacta
Volando sobre tu cuerpo.


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