martes, 7 de agosto de 2012

La rueda de la vida


El gallo canta y no es de madrugada
la gente va montada sobre el tiempo:
autos que recorren el mismo sitio.
La rueda de la vida aferrada al alimento,
 no llegar con las manos vacías
y aquello que construido no culmina.
La gente se me pega en el costado,
suspiros y aguaceros partiéndome las costillas.
La gente cree que el ruido no penetra hasta el fondo,
solo se detienen
y escriben en mi mente con tinta pensamiento.
La gente pide un aplauso cuando se duermen
sin saber que existen,
cuchillas  de nerviosismo le sacan las cosquillas.
Cuidan su futuro,
a veces no preguntan y siguen en mi mente
cantando a todo espacio.
La gente  me conquista cuando no traiciona.

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